La violencia genera pérdida en todos los sentidos, perspectiva 2015.
Culminamos el año 2014, y como
joven venezolano que hace uso de su raciocinio y analiza la situación de la
realidad actual que enfrenta el país, me veo en la necesidad de escribir estas
líneas con el fin de hacer pública mi opinión, haciendo uso de mi derecho en el
artículo 57 de nuestra Constitución Nacional.
Me genera suma preocupación, el
hecho de que se avecina un 2015 bajo un clima de incertidumbre económica y por
qué no decirlo, también política. Aún no conocemos del Banco Central una cifra
sobre el índice inflacionario. Sin duda alguna, el Ejecutivo tiene las cifras
en sus manos pero no las divulga, tal actitud es comprensible para cualquier
administración de un país, pues generaría vergüenza para sí mismo el hecho de
admitir que el control de la inflación se le fue de las manos éste año.
Ciertamente terminamos un año
difícil, las guarimbas ocasionaron serios daños con la obstaculización de las
vías para el libre tránsito, eso se vio reflejado en la agudización de la
escasez de productos y servicios en las principales ciudades del país. Los
pocos meses que duraron las guarimbas, fueron meses de caos en nuestras
ciudades aunado a los focos de violencia generados (no olvidemos que también
ocasionaron muertos de uno y otro lado, así como funcionarios policiales y
militares). Definitivamente, la oposición no termina de entender que el camino
para lograr salir del Gobierno debe ser democrático. Todo ello, les generó un
costo político fruto de lo cual, actualmente estamos al frente de una oposición
seriamente dividida. Por su parte, al Gobierno Nacional, presidido por Nicolás
Maduro, esto también le generó costos políticos y desde luego económicos. La
crisis de desabastecimiento generada aunada a un fuerte fenómeno especulativo
fue un caldo de cultivo para el surgimiento de las mafias delincuenciales
(porque no hay otro nombre) constituidas por personas inescrupulosas que
valiéndose de conseguir los pocos productos que llegan a los anaqueles los
compran para luego revenderlos a precios exorbitantes, y me refiero a
bohuneros, bachaqueros, comerciantes corruptos, etc.
En ese mismo orden de ideas, somos
testigos de la gran expectativa generada en la opinión pública durante los
diálogos por la paz a mediados de año, promovida por el Gobierno, en los cuales
vimos a sectores políticos y económicos con visiones de país contrapuestas pero
con un mismo objetivo: resolver los problemas generados por la creciente
crisis. No obstante, en los actuales momentos no se observan soluciones a los
problemas que enfrentamos los venezolanos, sino más bien se ha acentuado. Nunca
avanzaron sobre las bases de un diálogo que fuera en beneficio de todos los
venezolanos, sino que vieron sus intereses en riesgo y ninguno quiso perder, no
hubo confianza. Unos burgueses otros burócratas, ninguno quiso arriesgarse a dar votos de
confianza, vieron en riesgo perder sus cuotas de poder. Lo cierto es que todos
perdimos, Venezuela perdió.
Esto nos hace ver, que resulta
fácil para un país perder en TODO cuando no hay estabilidad política, cuando no
se logra controlar una situación como las guarimbas, el saboteo, la
especulación, intentos de golpe, asesinato de importantes personalidades, la
inseguridad. Afortunadamente, culminamos el año en Paz, Dios permita que así
continúe este 2015, en Paz. Debo enfatizar que con el uso de la violencia todos
perdemos, veamos los resultados: se pierden vidas, se pierde estabilidad
económica, se pierde estabilidad política y las pérdidas se generan en ambas
partes. Debe dejarse la violencia de lado y lado, el tono y las características
del lenguaje de los políticos de ambos lados no pocas veces es el más
apropiado. El lenguaje de un político deja mucho que decir, sobre todo cuando
se dedica atacar en vez de sentar las bases de la confianza, el respeto y la
búsqueda de un nivel mínimo comprensión.
Va a ser difícil recuperar lo que
hemos perdido. Iniciaremos el 2015 con un barril por debajo de los 60$ (precio
al cual se fijó el presupuesto nacional), una inflación que sabemos que está
alta, pero cuya cifra no conocemos, escasez de productos de primera necesidad
en los anaqueles de los supermercados, estamos mal calificados por organismos
financieros internacionales, lo cual nos impide adquirir créditos externos, es
decir, estamos metidos en este “paquete” y ahora, no voy a comenzar a culpar
tal o a cual porque sería pérdida, y no estamos para seguir perdiendo.
Lo cierto es que tenemos un reto
por delante; sacar a nuestro país de esta situación en la que se encuentra. Sabemos
que el Gobierno va a verse obligado a tomar medidas para paliar los efectos de
la crisis económica, medidas que debió tomar este año. En el 2015 vamos a
sentir el latigazo de la crisis económica. El Gobierno se verá obligado a
flexibilizar su modelo económico (es lo que se prevé y no la radicalización del
modelo, lo cual traería una situación de insostenibilidad). Maduro públicamente
ha enfatizado que Venezuela tiene todos los recursos garantizados para que su
aparato económico funcione a plena capacidad en 2015, particularmente pienso
que ello depende de cómo se administre económicamente el venidero año, cada
dólar de la canasta petrolera debe ser bien administrado.
Para finalizar, debo insistir en
que los actores políticos, especialmente de oposición, deben dar garantías de
hechos que promuevan y consoliden estabilidad política, deben controlar a las
masas que manejan, advirtiéndoles que los resultados de la violencia generan
pérdidas en todos los sentidos, que el camino para hacerse del poder es el
democrático.