domingo, 1 de enero de 2012

¿Cómo piensas vivir este año?

     Existen personas que se caracterizan por llevar una vida ordenada que le garantice el éxito en todos sus caminos, ordenada en el sentido de vivir para algo, de darle sentido a su vida y no estar en la Tierra por estar.

     En la sociedad actual se pueden observar a muchas personas que viven de manera monotónica y fracasada, sus vidas mediocres y sin sentido los llevan a sumirse en un círculo vicioso que los transforman en hombres y mujeres fracasados en muchas áreas de su vida. Y, esto generalmente se asocia a una deficiente cultura, educación, familias disfuncionales entre otros factores, lo que nos lleva a pensar que el Estado juega un papel fundamental en la formación de los ciudadanos, ya que el mismo tiene la responsabilidad, a través de la formulación de políticas públicas, de garantizar todos aquellos elementos que permitan un óptimo desarrollo para el logro de una mejor calidad de vida de sus ciudadanos. Por otro lado, está la iglesia que también juega un papel fundamental en la cultura, por medio del fomento de la fe, la estabilidad y unión familiar, las relaciones interpersonales, el respeto. Todo esto contribuye a tener una mayor estabilidad emocional y psicosocial, que indiscutiblemente viene a garantizar un mejor y más exitoso desenvolvimiento de los ciudadanos en la actitud y en el papel que juegan en la sociedad.

     Pero en realidad, no es el objetivo de este ensayo o reflexión personal plantear una discusión retórica del papel del Estado y la iglesia en la formación del ciudadano, aunque sería un exquisito tema para debatir y conversar.
     
      En realidad quiero compartir una experiencia que ya he compartido con muchos de mis amigos, y que aprendí cuando comencé a desenvolverme en un círculo de jóvenes cristianos. Cada vez que comienza un año, tengo la costumbre de sentarme a escribir sobre mis metas, planes, sueños y proyectos para el año en curso. Eso nos da una razón más para vivir, para desempeñarnos cada día mejor, sabiendo que debemos alcanzar algo que ha nacido en nuestro corazón y que si tenemos la certeza de que Dios colocó eso en nuestro corazón, es porque sí es posible el logro del mismo.

      En primer lugar, debemos revisar nuestro orden de prioridades, es decir, a cuáles cosas les damos mayor importancia en nuestra vida, por ejemplo: el área familiar, el área personal, el área sentimental, el área profesional, el área financiera, el área social, el área política. Para mí, la prioridad número uno es el área espiritual, en mi vida es la que sostiene y le da fuerza a todas las demás, sin fe mi vida seria un completo fracaso, pienso que la relación con Dios es algo fundamental para tener una vida equilibrado.

     Bien, una vez determinado nuestro orden de prioridades comenzamos a escribir detenidamente por cada área todas aquellas cosas que queremos lograr en este nuevo año. Es bueno que mientras se hace esto, se esté a solas partiendo de un momento de reflexión personal y conversación con Dios, es un momento para ver nuestras dichas y desdichas del año que acaba de terminar, es un momento para determinarnos a iniciar un nueva etapa en nuestra vida, a no cometer los mismos errores que cometimos, mejorar nuestras deficiencias y saber aprovechar las oportunidades que dejamos escapar.

      Trata de ser especifico y objetivo en cada meta que te plantees, las ambigüedades no te llevarán a nada. Por ejemplo: si en tu área profesional de planteas la siguiente meta: “Tengo que hacer un curso de inglés”, es meta está muy ambigua, y tienes que hacerla más objetiva, una forma correcta de establecerla sería: “Comenzaré un curso de inglés antes de que culmine el primer semestre del año”, ves que aquí la frase involucra una responsabilidad de tu parte porque te comprometes directamente a ti y estableces un período determinado de tiempo para lograr esa meta, eso es ser específico.

     Ahora bien, no todo queda allí porque no se trata de ser específico solamente, sino de formular estrategias que nos permitan lograr ese objetivo que nos hemos planteado, de lo contrario no lograremos nada y todo quedará en papel y pasará a ser una desilusión más. Fíjate, a cada meta hay que establecerle un procedimiento para logarla, no veas esto como algo muy tecnicista e imposible de lograr! Por el contrario es muy fácil!. Continuando con el ejemplo anterior: “Comenzaré un curso de inglés antes de que culmine el primer semestre del año”, para lograr esto debes establecer un procedimiento como: buscar las academias de inglés de mi ciudad, luego averiguar los planes de estudio, fechas de inicio y los costos de los mismos que se ajusten a tu economía. Allí tienes establecida una meta clara, objetiva y con sus estrategias para el logro exitoso de la misma.

     Bien, así se hace con cada una de las metas que te plantees para este nuevo año, esto te motivará a llevar una vida más equilibrada en todas las áreas de tu vida, en base a metas objetivos claros. Al final del año puedes aplicar la relación de porcentaje para ver cual fue tu rendimiento en el logro de tus metas.

     Debo advertirte que todo esto podría quedar en letra muerta, si no hay algo de tu parte que se llama DETERMINACIÓN, sin determinación no lograras mucho, o mejor dicho nada!. Determinar algo es centrarse con valor y firmeza en la forma de actuar, es tener una actitud positiva ante cualquier situación, es tener la pasión por nuestros sueños y saber que nada ni nadie nos los va a arrebatar.

      Resumidamente, espero haber contribuido contigo, siempre he creído que uno debe compartir la cosas buenas que nos pasan y ver que si me funcionó a mí, también a los demás les podría funcionar. Entonces te enumero lo que puedes hacer:

1.    Revisar tu orden de prioridades
2.    Escribir por cada orden de prioridad ó área de tu vida las metas que quieras lograr
3. Ser específico con cada meta, es decir, evitar las ambigüedades.
4.    Establecer procedimientos por cada meta a lograr.
5.    Tener determinación.
    
     Saludos tu amigo y hermano Edgardo Fuentes.

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