La yuca (Manihot
esculenta) también conocida como mandioca, es una planta originaria de
Suramérica y muy cultivada en la región. Usada como alimento mediante distintas
formas como yuca sancochada, casabe, buñuelos, panes entre otros. Así como también se le emplea para usos
industriales como el caso de la producción de almidón, etanol y hasta
adhesivos.
En
un artículo del 19 de septiembre de 2002, la agencia de noticias AFP publicó un
artículo titulado “Propiedades curativas de la yuca”. En el cual se relata las
experiencias de un médico cirujano dedicado a la medicina naturista con amplios
estudios en Argentina, Brasil y diversos países europeos. Éste médico durante
su larga estadía en la Amazonía peruano-brasileña observó que la yuca formaba
parte indispensable en la cultura alimenticia de los nativos de diversas
comunidades indígenas, pero además de ello incluían en su alimentación la hoja
de la yuca molida ó simplemente machacada y la agregaban a las comidas ó al agua
que bebían.
Guillén,
observó además que los habitantes de estas comunidades indígenas no padecían de
enfermedades como cáncer de mama ó útero, próstata ó estómago, ni diabetes,
hipertensión, trastornos cardiovasculares, obesidad ó trastornos gastrointestinales
severos como gastritis, úlceras, artritis, neuritis, alergias y otras
enfermedades. Así como también pudo darse cuenta que éstos habitantes llegaban
a edades avanzadas con gran energía y vitalidad.
Contrariamente
ocurría a los habitantes de las ciudades cercanas a las comunidades indígenas,
de lo cual concluyó que se debía a que éstos no incorporaban la hoja de yuca en
sus hábitos alimenticios.
El
profesional de la medicina no dudó en llevar la hoja de yuca a distintos
laboratorios de Brasil, Estados Unidos, México y Perú, para así obtener certeza
científica de las bondades de la hoja. Lo cual en efecto ocurrió, los
resultados de los laboratorios fueron contundentes, demostrando que es la más
rica del planeta en proteínas, vitaminas, aminoácidos, zinc, hierro,
carbohidratos y fósforo. “Todavía estamos investigando la hoja de la yuca
porque estoy casi seguro de que tiene elementos anticancerígenos” expresó
Guillén en el reportaje.
Otros
estudios catalogan a la hoja de yuca como uno de los vegetales verdes con mayor
concentración proteica, dada la presencia de sus 18 aminoácidos esenciales.
Por
otro lado, investigaciones han demostrado que las hojas de yuca contienen
minerales como hierro, calcio, potasio, fósforo, magnesio, cobre y zinc, que es
uno de los más importantes en la alimentación humana; también alto contenido de
beta carotenos y vitaminas A, B1, B2, B6, B12 y C. Posee vitaminas como la
niacina que es un depurativo y poderoso desintoxicante, el ácido fólico que es
una poderosa vitamina antianémica y el ácido pantoténico que evita el deterioro
de los tejidos de la piel.
Sin
embargo, es importante conocer que la hoja de la yuca posee el temido ácido
cianhídrico ó cianuro de hidrógeno (HCN), que como bien se sabe es un peligroso
veneno. No obstante, mediante la deshidratación de las hojas ó secado de las
mismas, el veneno disminuye a concentraciones ínfimas y no representan ningún
riesgo para los seres humanos.
Como
profesional en el área de las ciencias ambientales, de lo cual me siento ufano,
debo decir que sería importantísimo que nuestros investigadores venezolanos
desarrollen líneas de investigación sobres las bondadosas propiedades curativas
y nutricionales de la hoja de yuca. Quizás ya existen investigaciones sobre
ello en Venezuela y no se conocen, pero sería ampliamente revolucionario que se
conozcan y apoyen proyectos de éste tipo.
Imaginen
por ejemplo que se desarrolle un suplemento ó concentrado alimenticio para aves
de corral a base de hojas de yuca, y que dicho proyecto sea apoyado financieramente
por el Gobierno y se logre llevarlo a escala industrial, eso sería ampliamente
revolucionario.
Por
mi parte, tendré un tema interesante para las personas con las que converse
sobre estos temas, así como también periódicamente consumiré hojas de yuca en
los alimentos.
