viernes, 26 de diciembre de 2014

La violencia genera pérdida en todos los sentidos, perspectiva 2015.



La violencia genera pérdida en todos los sentidos, perspectiva 2015.

Culminamos el año 2014, y como joven venezolano que hace uso de su raciocinio y analiza la situación de la realidad actual que enfrenta el país, me veo en la necesidad de escribir estas líneas con el fin de hacer pública mi opinión, haciendo uso de mi derecho en el artículo 57 de nuestra Constitución Nacional.

Me genera suma preocupación, el hecho de que se avecina un 2015 bajo un clima de incertidumbre económica y por qué no decirlo, también política. Aún no conocemos del Banco Central una cifra sobre el índice inflacionario. Sin duda alguna, el Ejecutivo tiene las cifras en sus manos pero no las divulga, tal actitud es comprensible para cualquier administración de un país, pues generaría vergüenza para sí mismo el hecho de admitir que el control de la inflación se le fue de las manos éste año.

Ciertamente terminamos un año difícil, las guarimbas ocasionaron serios daños con la obstaculización de las vías para el libre tránsito, eso se vio reflejado en la agudización de la escasez de productos y servicios en las principales ciudades del país. Los pocos meses que duraron las guarimbas, fueron meses de caos en nuestras ciudades aunado a los focos de violencia generados (no olvidemos que también ocasionaron muertos de uno y otro lado, así como funcionarios policiales y militares). Definitivamente, la oposición no termina de entender que el camino para lograr salir del Gobierno debe ser democrático. Todo ello, les generó un costo político fruto de lo cual, actualmente estamos al frente de una oposición seriamente dividida. Por su parte, al Gobierno Nacional, presidido por Nicolás Maduro, esto también le generó costos políticos y desde luego económicos. La crisis de desabastecimiento generada aunada a un fuerte fenómeno especulativo fue un caldo de cultivo para el surgimiento de las mafias delincuenciales (porque no hay otro nombre) constituidas por personas inescrupulosas que valiéndose de conseguir los pocos productos que llegan a los anaqueles los compran para luego revenderlos a precios exorbitantes, y me refiero a bohuneros, bachaqueros, comerciantes corruptos, etc.

En ese mismo orden de ideas, somos testigos de la gran expectativa generada en la opinión pública durante los diálogos por la paz a mediados de año, promovida por el Gobierno, en los cuales vimos a sectores políticos y económicos con visiones de país contrapuestas pero con un mismo objetivo: resolver los problemas generados por la creciente crisis. No obstante, en los actuales momentos no se observan soluciones a los problemas que enfrentamos los venezolanos, sino más bien se ha acentuado. Nunca avanzaron sobre las bases de un diálogo que fuera en beneficio de todos los venezolanos, sino que vieron sus intereses en riesgo y ninguno quiso perder, no hubo confianza. Unos burgueses otros burócratas,  ninguno quiso arriesgarse a dar votos de confianza, vieron en riesgo perder sus cuotas de poder. Lo cierto es que todos perdimos, Venezuela perdió.

Esto nos hace ver, que resulta fácil para un país perder en TODO cuando no hay estabilidad política, cuando no se logra controlar una situación como las guarimbas, el saboteo, la especulación, intentos de golpe, asesinato de importantes personalidades, la inseguridad. Afortunadamente, culminamos el año en Paz, Dios permita que así continúe este 2015, en Paz. Debo enfatizar que con el uso de la violencia todos perdemos, veamos los resultados: se pierden vidas, se pierde estabilidad económica, se pierde estabilidad política y las pérdidas se generan en ambas partes. Debe dejarse la violencia de lado y lado, el tono y las características del lenguaje de los políticos de ambos lados no pocas veces es el más apropiado. El lenguaje de un político deja mucho que decir, sobre todo cuando se dedica atacar en vez de sentar las bases de la confianza, el respeto y la búsqueda de un nivel mínimo comprensión.

Va a ser difícil recuperar lo que hemos perdido. Iniciaremos el 2015 con un barril por debajo de los 60$ (precio al cual se fijó el presupuesto nacional), una inflación que sabemos que está alta, pero cuya cifra no conocemos, escasez de productos de primera necesidad en los anaqueles de los supermercados, estamos mal calificados por organismos financieros internacionales, lo cual nos impide adquirir créditos externos, es decir, estamos metidos en este “paquete” y ahora, no voy a comenzar a culpar tal o a cual porque sería pérdida, y no estamos para seguir perdiendo. 

Lo cierto es que tenemos un reto por delante; sacar a nuestro país de esta situación en la que se encuentra. Sabemos que el Gobierno va a verse obligado a tomar medidas para paliar los efectos de la crisis económica, medidas que debió tomar este año. En el 2015 vamos a sentir el latigazo de la crisis económica. El Gobierno se verá obligado a flexibilizar su modelo económico (es lo que se prevé y no la radicalización del modelo, lo cual traería una situación de insostenibilidad). Maduro públicamente ha enfatizado que Venezuela tiene todos los recursos garantizados para que su aparato económico funcione a plena capacidad en 2015, particularmente pienso que ello depende de cómo se administre económicamente el venidero año, cada dólar de la canasta petrolera debe ser bien administrado.

Para finalizar, debo insistir en que los actores políticos, especialmente de oposición, deben dar garantías de hechos que promuevan y consoliden estabilidad política, deben controlar a las masas que manejan, advirtiéndoles que los resultados de la violencia generan pérdidas en todos los sentidos, que el camino para hacerse del poder es el democrático.

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